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martes, 5 de noviembre de 2019

Las cosas que regresan


El maestro Adaeli se hallaba escribiendo sobre sus experiencias en su cuarto de estudio, cuando suena el teléfono:

-Buen día –responde con su habitual gentileza-... Sí, señora... Permítame tomo la dirección... Ajá... De acuerdo. Trataré de estar con ustedes en una media hora.

Poco después, Adaeli se halla en el cuidado jardín de un hospital sentado al lado de una preciosa jovencita de diez años, con quien trata de encontrar alguna información que le permita conocer mejor su caso. La niña, de ojos preciosos, tiene una mirada muy triste y muestra al maestro un evidente desaliento.  

                                                          


- ¿Cómo te sientes en casa, Luisa María? –Le pregunta como un amigo.

-Bien. –Responde la niña sin entusiasmo.

-Ese fue un “bien” muy chiquitito. ¿Pasa algo que no te agrade?

-Mi mamá sufre mucho últimamente.

- ¿Está enferma?

-No. Está muy triste.

- ¿Y sabes tú el porqué de su tristeza?

-Mi papá.

- ¿Qué ocurre con tu papá?

-Mi mamá se dio cuenta de que tiene otra mujer... y está embarazada de él.

- ¿Y tú qué piensas respecto a eso?

-No me gusta que haga sufrir a mi mamá, ni que amenace con dejarnos.

Sintiendo que ya ha llegado al punto, el maestro cambia de tema. Alude al paisaje y a las aves que se posan en los árboles, y minutos después dice: 
  
-Ahora dame tus manos, pequeña.

La niña se las ofrece y el maestro las toma entre las suyas envolviéndolas por completo con la mayor delicadeza.

-Vas a respirar en forma normal, pero consciente –le explica-. Cuando exhales, deja escapar el aire, muy lentamente, sintiendo que, con él, se escapan todas las cosas malucas que impiden tu salud. Y cuando inhales, recibe a Dios, porque Él está en el aire que respiras. Pídele que sea en ti y que te sane con su amor incondicional.

Por cerca de un minuto, el maestro cierra los ojos y canaliza energía sanadora. El cuerpo de la niña se estremece cada tanto y el maestro permanece relajado y estático en su rol de puente entre la pequeña y la divinidad.

Cuando abre los ojos, pregunta a la niña cómo se siente:

-Bien –responde ella-. Por mi cabeza pasaron unas luces de colores muy bonitas.

-Ahora, Luisa María –propone el maestro– vas a pensar en lo mucho que te quieren tus padres y en lo importante que eres para ellos. Lo eres ¿verdad?

-Sí, y yo también los quiero mucho –Responde la niña.

-Di conmigo: “Yo estoy bien”.

-Yo estoy bien.

-Ahora dilo con más fuerza.

- ¡Yo estoy bien!

-Yo quiero superarme... y servir a Dios... a mi familia... y a la humanidad.

La niña repite cada frase que el maestro le dice con mayor convencimiento cada vez. Cuando termina, Adaeli se pone de pies e invita a la niña a hacer lo mismo. Ahora luce despierta y alegre, y camina junto a él con cierta soltura y la mirada al frente.

- ¿Cuándo volveré a verlo? –Le pregunta de pronto.
   
-Muy pronto –responde Adaeli-, pero depende de tu entusiasmo que la próxima vez sea en casa que pueda visitarte.

De regreso con los padres, Adaeli indaga por el tratamiento que ha recibido la niña. Los padres citan una serie de exámenes que se le han hecho y concluyen que hasta ahora no se ha encontrado el origen de su enfermedad. Sin embargo, la niña sigue perdiendo peso y escasean cada vez más sus glóbulos blancos. Mientras ellos exponen el caso, el maestro Adaeli concentra su mirada en el entrecejo de la señora y, unos segundos después, como si hubiera recibido un mensaje telepático, ella se levanta diciendo:

-Los dejo un momento porque quiero ir a ver a la niña.

Cuando han quedado a solas, el maestro se levanta y va hasta la ventana de la salita para echar un vistazo al paisaje. El padre de Luisa se le acerca, y al notar su presencia, Adaeli da un vistazo al cielo y luego lo mira a los ojos.

-Gabrieldice–, creo que tengo la causa del problema de tu hija, pero, para poder ayudarle, es necesaria tu estricta colaboración.

- ¡Haré lo que sea por ella! –Exclama el atribulado padre.

-Escucha bien, Gabriel: Los maestros dicen “Las cosas con las que pecas son las mismas que te servirán de castigo”. Responde ahora con total honestidad: ¿Estás cayendo en acciones que puedan dañar a tus mujeres y quizás a otras?
       
Gabriel bajó de inmediato la mirada. Sus ojos se llenaron de lágrimas y balbució:

-Sí, sí... He estado portándome mal con mi esposa y creo que he hecho daño a otras mujeres.

Adaeli, susurró entonces:

-Ahí tienes, pues, la causa del padecimiento de tu hija. Su mal no es físico sino emocional. Siente que les has quitado, a ella y a su madre, para dárselo a otra, el amor que los unía. Y el sufrimiento que causas a otras mujeres, se está proyectando en las mujeres de tu vida.

- ¿Qué debo hacer entonces?Indaga Gabriel.

-Tú ya lo sabes: Deshacer, liberar, enmendar, corregir. Todo está puesto en tus manos. No necesitas de nadie más.


Luis Guillermo Cardona 

                                         
   * * *



lunes, 4 de febrero de 2019

Computador: Advertencias para su seguridad




Soy un profano en cuestión de ordenadores, pero creo que la experiencia que he ido adquiriendo con los años, tras haber caído en algunas faltas y sumado a la actitud observadora, precavida y memorista que voy ganando a medida que me "golean", me ha estado preparando para descubrir ciertas cosas que, poco a poco, me van volviendo inaccesible a las intenciones perversas de los siempre inevitables deshonestos.

Los computadores, además de las muchas cosas positivas para las que sirven, ofrecen grandes riesgos que, si no se está preparado para evitarlos, pueden causarnos grandes dolores de cabeza, pérdidas económicas de pequeñas o grandes cuantías, riesgos morales de incalculables resultados o la pérdida de esfuerzos valiosos que quizás se vuelvan irrecuperables.

Por esto, quiero prevenirlo contándole las medidas que ahora tomo para evitar caer en peligrosas trampas. Si le sirven, no espere a compartir este mensaje con todos sus familiares y amigos, y mucho le agradeceré si comparte conmigo las prevenciones que usted ha aprendido para cuidarse. Quizás, en próximos días, eso nos dé para hacer una segunda parte de prevenciones que a todos nos ayuden. Prolifera la manía de trampear a los demás. Hagamos que prolifere la bondad de ayudarnos entre todos.

1. Jamás lleve su equipo para que le sea reparado en un taller. Allí pueden convertirle un arreglo leve, en uno más complicado, con sólo mover algunas piezas, borrándole algún archivo del sistema o cambiándole una pieza nueva por una de segunda mano. También se arriesga a que le roben piezas que el equipo no viene utilizando (tarjeta de red, módem, tarjeta gráfica, tarjeta de memoria...), pero que, a futuro, usted podría necesitar.

2. Antes de que entre a un técnico en su casa -particular o por más acreditada que sea la empresa a la que llamó-, guarde la totalidad de sus documentos y archivos de fotos en un disco duro externo, USB o cd, y bórrelos enseguida del equipo. ¿Por qué hacerlo? Porque, los técnicos mantienen una gran curiosidad por husmear los archivos ajenos, pues, saben que pueden encontrar documentos valiosos, comprometedores, fotos o desnudos atractivos... y todo eso les sirve. Por esta razón, siempre tienen a mano una memoria USB... y en el primer momento en que se queden solos, harán una buena copia de todo lo que usted conserva. Más de un chantaje, económico o sexual se ha hecho, valiéndose de documentos encontrados en los archivos de los computadores. ¿O qué tal que la imagen (o vídeo) comprometedor o muy reservado que usted tenía, un día la vea circulando por alguna página pornográfica?

3. Procure no despegarse del técnico para que verifique que se ocupa de lo pertinente a la reparación o inclusión de software, y así no se dedique a husmear lo que no viene al caso. Si le es posible, aprenda un poco sobre los nombres y funciones de las piezas básicas de su equipo y tome nota de todo lo que le sirva para resolver problemas futuros. Asegúrese de que no guarde piezas en su bolso sin explicación alguna, y cuando cambie cualquier componente, indague la razón que tiene para hacerlo. ¡No se imagina lo provechoso que es para usted, permanecer al lado del técnico mientras actúa! Eso sí, no actúe como un policía, muéstrese amable y como alguien con deseos de aprender.

4. Invierta en un buen antivirus, si no tiene Windows 10. Esta será la garantía de que su equipo no sea invadido por los ladrones a distancia. Si usted no está bien protegido, cualquier hacker puede introducirle en algún momento un virus llamado Caballo de Troya (significa que tendrá total acceso a su equipo) y entonces le robará o le copiará los documentos que se le antojen.

5. Evite apoyarse en ese tipo de blogs que ofrecen espacio gratuito para guardar sus documentos... sobre todo si usted no desea que nadie pueda copiarlos. Recuerde que donde guardan, existe acceso al copiado.

6. Cuando haga uso de traductores, enumere sus textos por párrafos y páselos en desorden... por si a alguien se le ocurre guardar copia de lo que usted escribió.

7. Cuidado con los chats. Estos guardan memoria de todo lo que usted y sus amigos(as) escriben y un técnico sabe acceder fácilmente a esta memoria... y no sobra repetirle los grandes riesgos que se corren al entrar en contacto con desconocidos. ¿ A cuantos niños(as) han abusado o violado por los contactos que sostienen en las redes sociales?


8. Cuidado con la información que de usted mismo(a) pone en internet. Los empleadores están consultando estos blogs informativos, y si encuentran algo indebido sobre usted, perderá de inmediato el cargo al que tanto aspiraba... o que ahora tiene.

Esté bien despierto(a). El computador operado sin conciencia podría traerle, un día cualquiera, una terrible desgracia.

Luis Guillermo Cardona

¡Cuidado con las agencias de viajes!




Si va a viajar, ya sea en vacaciones o en cualquier otro momento, le quiero recordar algunos detalles importantes que debe usted tomar en cuenta por si decide hacerlo sirviéndose de un plan turístico con una agencia de viajes:

1.
Grabe con su celular, o por otro medio, todo lo que le digan al momento de oír las ofertas que le hacen y los servicios que le prestarán. Esto le servirá de prueba para reclamos posteriores.

2. Exija que le den el
nombre exacto del hotel donde le(s) hospedarán y que le muestren un vídeo o imágenes de su planta física interior y exterior (si no lo hacen, búsquelo ud. mismo en internet). Si le dicen que éste es opcional entre dos o tres... tenga la certeza de que lo llevarán al peor ubicado y con el más deficiente servicio, así que exija claridad al respecto.

3. Averigüe en qué tipo de
bus o avión viajarán y cuanto tiempo demorará el recorrido.

4. Sepa que todos los lugares a donde les llevarán: restaurantes, sitios turísticos y lugares de compras, tienen un acuerdo con la agencia de viajes y sobre todo con su Guía. Así que, esté alerta para que no lo utilicen ni lo pongan a comprar toda suerte de cosas inoficiosas... o a pagar más caro.

5.
Indague siempre por precios antes de comprar... ¡o se lo llevarán por los cachos!

6. Si usted desea un hotel u hospedaje cerca de los lugares que quiere conocer, compruebe la dirección del hotel que le han ofrecido con la dirección del lugar que quiere visitar y establezca la distancia.

7. Si no está conforme con el menú del lugar donde les hospedan - y suele ser muy regular sobre todo cuando ven que la gente es sumisa- exprese su inconformidad, y de ser posible, únase con otros acompañantes para solicitar mejoras. Esto suele dar buenos resultados.

8. Nunca exhiba gruesos fajos de billetes ni siquiera para ostentar, porque atraerá el interés del primer deshonesto que se encuentre cerca.

9. Asegúrese de dejar la puerta de su cuarto bien cerrada, siempre que salgan todos o quede un menor en su interior.

10. A donde vayas, ve con Amor en tu corazón, cuando regreses podrás decir a los cuatro vientos: "¡Gracias, Padre Universal, por este viaje maravilloso!".

11. No se case con la primera agencia a la que vaya. Compare precios y beneficios, estos varían a veces significativamente según sea la agencia a la que usted acuda.

Mujeres que dignifican la vida: Chimamanda Ngozi Adichie






Ella ha dicho: "Cuando rechazamos la historia única, cuando nos damos cuenta de que nunca hay una sola historia sobre ningún lugar, recuperamos una suerte de paraíso".

A Chimamanda le duele su pueblo. Nació en la aldea Abba, en Nigeria, África, el 15 de septiembre de 1967, y luego de imaginar -al conocer las obras de algunos grandes escritores- que en el mundo no había lugar para ella ni para los suyos, comenzó a darse cuenta de que, en esta sociedad, muchas cosas son sesgadas.

"El poder no es sólo la capacidad de contar la historia de otro, sino el hacer que esa sea la definitiva". A esta conclusión llegó Chimamanda cuando comprendió que, de su tierra, sólo se difundía la imagen de la pobreza, la guerra, el sida, la ignorancia... y se desconocía todo lo bueno que también allí ocurría: la música, la literatura, el cine, las luchas por la superación personal, las familias unidas, la gente pobre, pero solidaria y creativa...

Como si fuera premonitorio, Chimamanda habitó un día con su familia la casa que antes ocupara un importante escritor: Chinua Achebe, convertido luego en su amigo muy cercano.

Hija de padres que habían logrado una buena formación académica, la joven a los 19 años, tuvo la fortuna de obtener una beca para irse a los Estados Unidos de Norteamérica, donde pudo estudiar Comunicaciones y Ciencias Políticas en la Universidad de Drexel, en Filadelfia. Esto le abriría las puertas a otros importantes estudios luego de su graduación, y pronto se convertiría en una exitosa novelista, dispuesta a contar la difícil, pero también amable historia de su mancillado continente, y así, por fin hay alguien que nos enseñe las dos caras de la moneda, y no una sola como hacen los imperios, para justificar, luego, cualquier agresión que allí se realice con "propósitos humanitarios".

De su autoría, saldrían entonces las novelas: "La Flor Púrpura" (2003) que le merecería el premio Commonwealth Writers. A esta, seguiría "Medio Sol Amarillo" (2006) ganadora del Premio Naranja a la mejor obra de ficción y en la que da su personal aproximación sobre la lucha de Biafra para independizarse de Nigeria, en los años 60. "La Cosa Alrededor de tu Cuello" (2009) es su última obra. Una colección de relatos breves, que está siendo muy bien acogida por el público al que le atraen otros pensamientos.

Chimamanda tiene una posición muy clara y comprometida con el rompimiento de un paradigma en desuso: <Cada país es una sola cosa> según suelen decir los que detentan el poder político y cultural. Contra esto, ella exclama con profunda certidumbre: "La historia única roba la dignidad de los pueblos, dificulta el reconocimiento de nuestra igualdad humana, y enfatiza nuestras diferencias en vez de nuestras similitudes".

Y en esto, Chimamanda tiene toda la razón. Todo pueblo tiene, cuando menos, dos historias, y a veces, muchas historias. Encajar a un pueblo cualquiera dentro de una imagen negativa y estigmatizadora, es tendencioso y falso de toda falsedad, porque todo pueblo es polifacético y en cada uno de ellos hay gente de pensamiento amplio, noble, unificadora, con mucho futuro y con una admirable fortaleza espiritual.

Invito ahora a que escuchen a la escritora, Chimamanda Ngozi Adichie, en un interesantísimo vídeo que encontré y que estoy seguro les abrirá un poco más la mente, y quizás el corazón.


https://www.youtube.com/watch?v=D9Ihs241zeg


Luis Guillermo Cardona

jueves, 31 de enero de 2019

Muchacha: ¿Habrá mucha diferencia entre el pago en efectivo y el pago en especie?


No es fácil para una mujer distinguir cuando la generosidad de un hombre obedece al grato deseo de servir o lo que busca es una transacción. Hay que estar muy atenta a las adulaciones y a las dádivas porque...




En muchísimos casos, cuando las atenciones son gratis y frecuentes...

¡El precio eres Tú!


¿Y cuánta diferencia habrá entre una mujer a la que se le paga en efectivo (de una vez) y aquella a la que se paga en especie (en unas cuantas "cuotas")?


martes, 20 de noviembre de 2018

¿Por qué se suicidan tan bellas mujeres?


Son bellas, sensuales y encantadoras. Las vemos en magníficas películas, en desfiles de modas de soberbio montaje o llenando espacios con cientos de personas que ansían verlas, aunque sea por un instante... Han alcanzado el éxito, el lujo, el dinero... Tienen incontados pretendientes y se casan, algunas de ellas, con hombres con los que, muchas otras mujeres, habrían soñado casarse.

¿Qué las lleva entonces a suicidarse?


Miroslava Stern, bellísima actriz checo-mexicana que apareciera en la película de Luis Buñuel "Ensayo de un crimen" y en muchas otras, al parecer se suicidó, el 9 de marzo de 1955, por una decepción amorosa con Luis Miguel Dominguín, un conocido torero.


Rita Macedo, notable y preciosa actriz mexicana que apareciera en medio centenar de películas, entre ellas varias con Luis Buñuel, y una de estas... "Ensayo de un crimen", se dice que se suicidó, el 6 de diciembre de 1993, al enterarse de que tenía cáncer.


Judy Garland, inolvidable actriz estadounidense protagonista de "El Mago de Oz", "La Novia Incógnita", "Nace una Estrella" y otras tantas joyas cinematográficas, sufrió de depresión e insomnio durante toda su vida, y vivió siempre inconforme pese a haber alcanzado la gloria en el cine y en el canto. Intentó suicidarse varias veces, hasta que al final lo logró, el 22 de junio de 1969, mediante una sobredosis. Estuvo casada con el brillante director Vincente Minnelli y fue la madre de la gran cantante Liza Minnelli.


Jean Seberg, una preciosa actriz estadounidense de gran éxito en Europa, casada con el escritor Romain Gary, y protagonista de 37 filmes entre los que sobresalieron, "Santa Juana", "Lilith" y "La Leyenda de la Ciudad sin Nombre".Tras la muerte de su hija recién nacida, no se recuperó de la depresión que esto le causó, y luego de varios frustrados intentos de suicidio, consiguió su cometido, el 30 de agosto de 1979, mediante una sobredosis.


Ruslana Korshunova, adorable y exitosa top model rusa de 20 años, se sentía muy sola y deseaba salirse del mundo del modelaje. La noche del 28 de junio de 2009, se lanzó del 9° piso de un edificio en el centro de Nueva York.


Daul Kim, prestigiosa modelo coreana hija del vicepresidente de la Samsung, el 19 de noviembre de 2009, fue hallada en su lujoso apartamento colgada de una cuerda. Se sentía muy presionada en las pasarelas y no le encontraba sentido a su existencia. Apenas tenía 20 años.


Lina Marulanda, una bella y emprendedora modelo colombiana, se lanzó, el 22 de abril de 2010, del 6° piso del edificio donde vivía, tras tener una discusión con algunos familiares.

¿Qué fue, en definitiva, lo que las llevó a suicidarse?

Una cosa es clara: el último incidente que tuvieron el día de su fatal desenlace no fue más que el detonante de una serie de situaciones que estas chicas venían padeciendo desde largo tiempo atrás. Nadie se suicida por lo que acaba de ocurrirle. Se suicida porque se le ha llenado la tasa, y ese fatídico día, cayó la gota que desbordó su impotencia, su frustración, su rabia... y una larga decepción que produce desencanto y que conduce al vacío existencial.

Las chicas buscan el vacío porque se sienten en un gran vacío. Tanto en el arrojarse desde un edificio, como en el lanzarse con una soga atada al cuello, hay un reencuentro con ese vacío interior que es la causal definitiva de su desesperada decisión.

El mundo del cine y de las pasarelas, y el espectáculo en general, crean una ilusoria felicidad que luego se comprueba que no es más que luces que encandilan, hueras posesiones materiales, mucho sexo desamorado... y una fama que te arrebata el auténtico ser y te obliga a entrar en un mundo de deplorables apariencias e hipocresías.

Si buscáramos el Ser en vez del tener; si nos reconociéramos como lo que realmente somos: seres holísticos con un espíritu perenne, una mente ilimitada y un cuerpo pasajero plenamente interrelacionados; y si comprendiéramos que no es la riqueza material sino la riqueza moral la que hace visible un mundo de paz y felicidad, el mundo sería distinto y estas preciosas mujeres jamás volverían a pensar en el absurdo, porque ¡el suicidio jamás es un acto de valor, siempre es una renuncia desesperada! 

Luis Guillermo Cardona

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Los peligros de juzgar


Muchas veces me ha pasado en la vida que, por ser mal juzgado, algunas personas que para mí eran valiosas dejaron de hablarme y se alejaron de mi vida. ¿Perdí yo? ¿Perdieron ellas? ¿Perdimos ambos? No lo sé, pero me duele recordar la manera tan tonta como podemos llegar a estropear una buena relación.

Se me vienen a la mente algunas situaciones que consigo recordar para que veamos la suerte de cosas que suceden:

Siempre me he preciado de ser muy respetuoso con las esposas de mis amigos. Desde el mismo momento en que el esposo de una mujer entra a mi círculo de amigos, su esposa se vuelve para mi alguien por quien desaparece cualquier interés sexual. Puedo estar con ella a solas, puedo llevarla a un sitio cualquiera y ya no veo en ella nada diferente a una amiga a cuyo esposo debo lealtad. Con esto muy claro, al enterarme -hace algunos años- que, tras haber viajado su esposo a su país de origen, una amiga se sentía sola y aburrida, decidí invitarla a salir queriendo que se relajara en un cine, tomáramos dos o tres cervezas y comiéramos algo. Así se lo dije y hasta ahí llegaban exactamente mis aspiraciones… pero, mentalmente, mi amiga me había puesto ya en el saco de los hombres comunes, interpretó mi invitación como quiso y eso bastó para que, de ahí en adelante, comenzase a saludarme muy fríamente.

   Además de las acciones también cuentan las intenciones.  

Cuando aún era bastante joven, me fasciné con una muchacha a la que veía en un aula todos los sábados, y para mi suerte, me sentía plenamente correspondido. Cierto día, en una fiesta de compañeros a la que fuimos invitados, estuvimos bastante efusivos y terminamos en un motel casi sin pensarlo… pero, yo no andaba preparado para tan grata sorpresa y al salir de allí, descubrí que solo tenía dinero para coger con ella un autobús, y eso tuvimos que hacer. En el camino, me dijo con suma frialdad: “Nunca más volveré a salir contigo”. ¡Y cumplió de tal manera que ni volvió a la clase que recibía conmigo! Después, sentí que con esa chica hubiese estado dispuesto a casarme, pero tampoco hice nada por buscarla. Pienso que, una mujer que no sabe perdonar se tiene en tan "alta estima" que es mejor no pretender alcanzarla.

No es esta la chica que yo conocí, pero tenía su pelo y su coqueta mirada 

En cierta ocasión -me contaba un amigo- conocí a una muchacha que me simpatizó muchísimo por su espíritu alegre y porque conectaba conmigo en el gusto por la música. Me animé a salir un día con ella. La invité a almorzar y nos tomamos luego un par de cervezas en medio de una conversación bastante amena, pero, como dos buenos amigos (es todo lo que yo, y creo que también ella, pretendía), pero, como ambos estábamos casados, por simple precaución decidí proponer el regreso en autobús pensando que, en un taxi, podríamos ser vistos y malinterpretados. Pero, por este detalle (¿o habría algo más que no capté?), ya esta "amiga" no respondió a mi siguiente llamado. 
    
Basten estos ejemplos para poder decir que, cuando juzgamos las acciones de una persona por lo que nosotros sentimos (y creemos) sin darnos, un segundo, para pensar en qué razones pudo tener para actuar como actuó, hay muchas probabilidades de que seamos injustos porque, quizás, conociendo esas razones lograríamos comprender. A muchos seres valiosos llegamos a perderlos, por esperar que lucieran perfectos y por no haber sido capaces de ponernos en su lugar. Y lo curioso es que, cuando conocemos a la persona que creemos perfecta, cuando formalizamos la relación obnubilados, días después decimos: “Ya no eres el que eras antes. ¡Cuanto has cambiado!”. Pero, la verdad es que no ha cambiado, lo que pasa es que ya no ve motivo para seguir fingiendo.

  Luis Guillermo Cardona